Gobierno asesta duro golpe al narcotráfco pero abc insiste en ver el vaso medio vacío
- B. David Reyes

- hace 1 día
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La incautación de más de 70 toneladas de marihuana —el mayor cargamento decomisado en la historia reciente del país— representa un hito para las fuerzas de seguridad de Paraguay y un golpe directo a la estructura logística del narcotráfico. Sin embargo, el logro quedó opacado por la lectura negativa de algunos sectores opositores y, especialmente, por el diario ABC Color, que optó por titular que el cargamento “pasó por 11 comisarías sin que nadie lo detecte”, instalando dudas antes que reconocer el operativo.
El enfoque elegido por el medio responde a una línea editorial ya conocida: cualquier acción del Gobierno, aun cuando refleje resultados concretos, es presentada desde la sospecha, la omisión o la crítica automática. En este caso, la narrativa buscó desacreditar el operativo insinuando fallas en el sistema policial, pese a que no existe evidencia comprobada de que el paso del cargamento por distintas zonas fuera un descuido y no parte de una estrategia de inteligencia.
Un operativo que no fue casualidad
Fuentes de seguridad consultadas señalan que un decomiso de esta magnitud no ocurre por accidente.
Detrás de un procedimiento de más de 70 toneladas suele haber semanas —o meses— de seguimiento, infiltración, vigilancia discreta y análisis de rutas. Permitir que la carga avance hasta un punto controlado puede ser clave para identificar a todos los involucrados, desmantelar redes completas y asegurar una incautación total.
Aunque estas metodologías rara vez son divulgadas —por razones operativas y de seguridad—, son prácticas habituales en operaciones modernas contra el crimen organizado. No obstante, este factor fue completamente omitido por ABC Color, que prefirió instalar la idea de una supuesta negligencia policial, pese a que el resultado final evidencia exactamente lo contrario.
Golpe histórico que refuerza la capacidad operativa del Estado
La magnitud del decomiso posiciona a Paraguay en un nivel de actuación mucho más firme contra las organizaciones criminales transnacionales. El récord no solo representa una pérdida millonaria para los grupos dedicados al tráfico de drogas, sino que además demuestra una coordinación efectiva entre inteligencia, patrullaje y unidades especiales.
El operativo también contrasta fuertemente con la narrativa instalada por algunos sectores opositores, que suelen sostener que el Estado no tiene control territorial o que las fuerzas públicas “no llegan” al crimen organizado. Los hechos muestran lo contrario: la presencia del Estado fue decisiva, estratégica y eficaz.
El desafío de comunicar los avances ante la hostilidad mediática
La respuesta mediática ante este operativo permite ver con claridad el clima político-comunicacional que atraviesa el país. Para ciertos grupos, los logros del Gobierno deben relativizarse, distorsionarse o reinterpretarse siempre desde el ángulo más desfavorable posible. Lo que en cualquier otro país sería presentado como una victoria contra el narcotráfico, aquí se intenta transformar en un cuestionamiento.
La ciudadanía merece un debate más honesto, que incluya el reconocimiento objetivo de los avances, sin negar los problemas que persisten. La crítica es fundamental para la democracia, pero la crítica sistemáticamente negativa —incluso ante hechos contundentes— responde más a una estrategia política que a un ejercicio periodístico.
Un mensaje claro: el Estado está actuando
La incautación de más de 70 toneladas de marihuana envía un mensaje inequívoco:
Paraguay está golpeando estructuras criminales con mayor capacidad que en años anteriores.
Que algunos sectores decidan invisibilizar el mérito no alterará la contundencia de los hechos.
Mientras continúan los operativos y se fortalecen las capacidades de inteligencia, el desafío será también comunicar los logros de manera clara y no permitir que relatos interesados opaquen avances concretos en materia de seguridad.







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